5 claves para que la formación de idiomas online funcione en tu empresa

"En nuestra empresa nunca han funcionado los cursos online"

Desde que en MondragonLingua pusimos en marcha, hace ya más de 20 años, los primeros planes de formación online en empresas, son muchas las veces que hemos oído esta frase en conversaciones con responsables de Formación

Quizá también en tu empresa responsables y participantes en planes de formación de idiomas tenéis reticencia a confiar en la eficacia de la formación online, ya sea por haber tenido alguna mala experiencia previa, o simplemente por no haberla probado nunca.

En tal caso, seguro que os sirve de ayuda preguntaros qué falló en aquella ocasión o qué habría que tener en cuenta si os planteáis este tipo de formación en el futuro.

Ponemos sobre la mesa los siguientes elementos, que no siempre se tienen en cuenta y que en nuestra opinión son clave. Porque todos ellos contribuyen a garantizar una formación online de calidad:

ML: desarrollo profesional

1.

¿Sabían los alumnos y alumnas en qué medida les ayudaría en su desarrollo profesional?

El aprendizaje de un idioma es una carrera de fondo, que exige tiempo y esfuerzo. Por este motivo, antes de ponernos en marcha tenemos que tener claro de dónde partimos y a dónde queremos llegar.

Durante la implantación de un plan de formación de idiomas, una vez completadas las pruebas de nivel y el test de detección de necesidades, es importante trasladar con claridad a cada participante qué competencias profesionales en el idioma estudiado será capaz de llevar a cabo cuando finalice la formación. De esta forma podrán valorar de forma directa el retorno del tiempo y esfuerzo invertidos.

Nada resulta tan motivador para las propias personas que están estudiando el idioma como comprobar por sí mismas cómo la formación les permite desenvolverse con más autonomía y de manera más eficiente en su puesto de trabajo. Esta es la mejor forma de medir la eficacia de la formación.

2.

¿El compromiso exigido a cada participante era realista?

Lo segundo que tendremos que preguntarnos es ¿cuánto tiempo a la semana estimamos que las personas de nuestra plantilla pueden dedicar al estudio del idioma?

Tendremos que tener en cuenta cuestiones como si la formación se dará dentro del horario laboral, fuera de él, o una combinación de ambos.

Por otro lado, las circunstancias laborales y personales no siempre son las mismas, por lo que suele ayudar establecer unas horquillas de dedicación, con unos mínimos, pero también con la posibilidad de que aquellas personas que quieran estudiar más, dispongan de los medios para hacerlo, normalmente a través de recursos didácticos complementarios.

En función de todo lo anterior, podremos exigir un grado de compromiso asumible a los participantes y marcar los objetivos, que tienen que ser realistas; fijar unos objetivos demasiado ambiciosos, que luego no se van a cumplir, generará frustración y, si son demasiado modestos, alumnos y alumnas tendrán la sensación de que no están aprovechando el tiempo lo suficiente.

¿El compromiso exigido a cada participante era realista?
¿Durante su formación las personas de la plantilla se encontraron solas o desmotivadas?

3.

¿Durante su formación las personas de la plantilla se encontraron solas o desmotivadas?

Una de las ventajas de la formación online es que, en la mayoría de los casos, permite planes de formación individuales y, por lo tanto, a la medida de las necesidades de cada participante. Esta ventaja evidente puede convertirse en una desventaja si la formación se convierte en la “soledad del corredor de fondo”. Para evitar que esto ocurra es clave el factor humano.

Cualquier formación virtual de calidad tiene que venir acompañada, sobre todo en el caso del aprendizaje de idiomas, de la interacción con el equipo docente y en las tutorías, que garanticen la práctica de la comunicación oral y el seguimiento y asesoramiento en el proceso de aprendizaje, como complemento a cualquier herramienta de estudio online.

Contar con docentes al otro lado durante las sesiones virtuales es parte esencial en la intercomunicación oral y la puesta en práctica de los conocimientos teóricos aprendidos a través de otras herramientas. Por otro lado, la persona que tutoriza se convierte en guía y dinamizadora que acompaña a alumnas y alumnos en su itinerario, asesorando, animando, resolviendo dudas, haciendo ver a cada participante sus progresos; mostrando qué no era capaz hacer cuando empezó la formación y, en cambio, sí es capaz de hacer ahora.

4.

¿Tenían pautas claras para organizar su tiempo de estudio?

La paradoja de la formación online es que muchas de sus ventajas pueden convertirse en inconvenientes si no se gestionan de manera adecuada, como ya hemos visto antes con la individualización de la formación.

Una de esas grandes ventajas de la formación online es la flexibilidad; disponer de herramientas que hacen posible que el alumnado compagine sus estudios con el resto de obligaciones profesionales y personales sin tener que ajustarse a unos horarios fijos.

Sin embargo, este beneficio puede convertirse en un inconveniente si no tienen claro cuál es el itinerario que deben seguir durante su estudio. Aquí de nuevo es clave la figura de quien tutoriza para indicar al alumno o alumna cómo utilizar las herramientas de que dispone, detectando desviaciones y anticipándose si baja su rendimiento o dedicación.

A través de un plan de estudios acordado de antemano, cada participante y su tutor o tutora podrán marcar objetivos a medio y largo plazo, establecer compromisos y medir su grado de cumplimiento.

¿Tenían pautas claras para organizar su tiempo de estudio?
¿El sistema de seguimiento de la formación se anticipaba a los problemas?

5.

¿El sistema de seguimiento de la formación se anticipaba a los problemas?

Las herramientas utilizadas para la formación a distancia permiten un registro pormenorizado de los datos de estudio de cada participante; sus conexiones, registro de actividad, controles de aprendizaje, trazabilidad…

Son herramientas útiles a nivel estadístico y de reporte, pero el verdadero potencial es utilizar los datos para anticiparnos a problemas en la formación. Eso se consigue disponiendo de un sistema de alertas que nos avise, por ejemplo, de cuándo se va a producir una “deserción” por parte de algún alumno o alumna o baja su nivel de aprovechamiento del curso.

Esto nos permitirá actuar a tiempo, detectar los motivos que han podido ocasionar el problema y establecer medidas correctoras.

Así como la proximidad del tutor o tutora es muy importante, también lo es la cercanía con la persona responsable de la formación; la alianza entre el gestor de formación y el proveedor de los cursos es esencial para asegurar no solo la adecuación de los planes de estudios a las necesidades de la empresa y su correcto funcionamiento, sino también para detectar desviaciones sobre el plan de formación o nuevas necesidades.

Mantener reuniones periódicas con esa persona responsable de la empresa para mantenerla informada de cualquier incidencia y las medidas adoptadas, hacer una valoración final teniendo en cuenta toda la información disponible a través de informes, cuestionarios de satisfacción… ayudarán a establecer medidas correctoras, adecuar los planes de formación en años sucesivos y conseguir que estos sean un éxito.

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Descarga la infografía en la que resumimos estas 5 claves para el éxito de la formación online de idiomas en tu empresa

5 claves para que la formación de idiomas online funcione en tu empresa

En este breve recorrido hemos mencionado elementos clave que deberían tratarse de forma correcta en el plan de formación online para que esta sea de garantías.

En MondragonLingua nos encargamos de la gestión integral de la formación en idiomas de empresas como la tuya.

Si quieres solicitar más información o poner en marcha en tu empresa un plan de formación de idiomas, ponte en contacto con nuestro equipo y te ayudaremos